Con un actuar que desconoce totalmente el sentir de las bases del Centro Democrático, un grupo de congresistas, alejados de las realidades políticas y las características que debe llevar intrínsecas un candidato para afrontar las vicisitudes que atraviesa Colombia, trataron de imponer un candidato único.
Tras este hecho que reflejaba los intereses particulares y no generales, las bases se aglutinaron en rechazo y manifestaron a través de las distintas redes sociales su descontento. Así también lo hicieron saber los demás precandidatos, quienes aseguraron ser también dignos representantes y defensores del legado del presidente Uribe.
Al ver como su plan desfallecía, y en vez de recibir apoyo, los congresistas fueron puestos en la palestra pública como violadores de los principios democráticos pactados y agentes generadores de división dentro del partido. Por todo esto el líder generador de divisiones, señaló que el descontento y división era acuñada por «las barras bravas del uribismo»
Macias utilizó este apelativo con el ánimo de estigmatizar a quienes defendemos la democracia, la institucionalidad y salvaguardamos a Colombia. Pero hacer parte de las barras bravas del uribismo es sinónimo de orgullo.
El verdadero Uribismo está siempre dispuesto a estar en pie de lucha por la seguridad, no se deja atemoriza por los bandidos, pues somos gente aguerrida y trabajadora que se identifica con los valores democráticos que profesa Álvaro Uribe.
Desde las tribunas más aguerridas y firmes del uribismo le queremos decir a Macias, que el candidato de su imposición no nos representa, es endeble, con posturas cambiantes, adema de eso aquí todos sabemos que Zuluaga y usted son un periódico de ayer, aquí la noticia y el fenómeno que acapara la prensa es María Fernanda Cabal.