Cortesía Revista Semana

La contienda que se está gestando con miras a ocupar la casa de Nariño, cuenta con caras que representan el ostracismo y absolutismo, otros endebles y carentes de gallardía para afrontar las vicisitudes que devenga esta nación, pero casi a último minuto y sin precedentes el conservatismo a revelado la carta de la firmeza, gestión y representación de las regiones.

Sin duda alguna la fuerza conservadora, en un sentir de unanimidad y hermandad tomo una de las decisiones políticas más relevantes por estas fechas. El consenso sobre el nombre de David Barguil es eminente y no cabe espacio para refutar su postulación, pues su gestión legislativa y las distintas leyes de las cuales ha sido autor, así lo avalan.

Además de su papel muy disiente a su paso por el órgano legislativo, Barguil recoge el sentir de las regiones, pues es un hombre de provincia y como tal conoce de cerca las necesidades y potencialidades de estos espacios de la geografía nacional, que difieren mucho del ecosistema capitalino y sus alrededores.

En lo personal lo que más me ha llamado la atención y ha generado cierta empatía de mi parte hacia el candidato, es su postura firme y determinante a la hora de tocar el tema de seguridad y cultivos ilícitos, señala abiertamente que reactivará la fumigación aérea, pues el único método seguro y capaz de mostrar resultados positivos contra este flagelo.

Claramente este postulado de Barguil, causa malestar entre los progre y todo aquello que tenga afinidad con el narcotráfico, además de eso se arrebatan cuando el cordobés arremete y contradice las barrabasadas que emanan de la boca del gamonal de la izquierda. Me parece sensato y coherente que tenga una postura clara contra un hombre que representa antipada del pensamiento conservador.

En Barguil está depositada la esperanza de millones de colombianos que aún creemos firmemente en la institucionalidad y seguimos transitando la senda democrática, es él Pilar de cohesión y punto de unión entre varios sectores de centro y derecha para lograr el objetivo común, el cual es salvaguardar a Colombia.

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