Todos en algún punto de nuestra vida dijimos o hemos dicho que “estamos aburridos” o deseamos finalizar rápidamente el colegio y obtener nuestro título de bachiller para iniciar nuestros estudios universitarios, y con ello, comenzar a realizar nuestro sueños y metas. En Colombia, ese hecho solo se les cumple a pocos, en su mayoría, a los que tienen los recursos o son de familias poderosas.
De acuerdo con un artículo publicado por El Espectador, “en Colombia, de todos los graduados de educación media en 2018, solo el 39,7%, estudiantes accedieron de forma inmediata a educación superior en 2019”.
A algunos jóvenes a los pocos días de haber recibido el título de bachiller, todo les deja de ser ‘color de rosa’ y comienza poco a poco a desinflarse su burbuja, viendo la verdadera realidad.
Hay quienes aducen terminar el bachillerato para comenzar a trabajar, mantenerse y no depender de sus padres. En el país, sobre todo en departamentos como Córdoba, donde son mínimos los apoyos para favorecer el talento e innovación de los jóvenes, por lo que se prolifera el trabajo informal, popularmente el mototaxismo o el “vendedor de Bonice”.
Actualmente, las cifras de desempleo están por las nubes, en gran parte, por la pandemia generada por la Covid-19. Según el más reciente reporte de Mercado Laboral Juvenil del Dane, entre abril y junio de 2021, la tasa de desempleo de ese grupo se ubicó en 23,3 %, lo que significa que 1,5 millones de jóvenes están desempleados o en búsqueda de trabajo, y 5,7 millones inactivos, lo que indica que no están buscando empleo, pero tampoco están laborando.
Antes estas nefastas estadísticas, ¿Tomará el Gobierno cierta acciones? Desde mi punto de vista, algunos jóvenes viendo esta triste realidad optarán por el trabajo informal, sus sueños se verán frustrados y quizás Colombia pierda a un Mark Zuckerberg. Además, su burbuja se romperá más rápido, recibiendo un fuerte ‘totazo’
¿Cómo se rompió tu burbuja?