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Los Besaile eran una familia representativa de Sahagún, Córdoba, pero muy lejos de ser referenciados por su poderío económico en el ámbito regional y mucho menos nacional, pues su visibilidad local era fruto del trabajo arduo y digno en el sector agropecuario del jefe de la familia, Musa Besaile Jalife. Pero todo cambio, desde que el clan Besaile Fayad incursiono en la política.
El primero en abrirse camino en un cargo público, sería el actual senador y hermano mayor, Johny Besaile como alcalde de la localidad de donde son oriundos esta caterva de corruptos. De ese cargo salió con múltiples investigaciones por contratación y celebración indebida de contratos. Salió con los bolsillos llenos para comprar propiedades en todo lo ancho y largo del departamento de Córdoba y Sucre, donde más tarde tendría un problema legal por apropiación de una ciénega, en el municipio de caimitos.
La naciente familia adinerada y de clase que germinaba con dineros de corrupción, se fortaleció y se hicieron poseedores de una curul en el senado de la república, representada por la mente más criminal y corrupta del clan Besaile, Musa Besaile Fayad quien, con dineros de dudosas procedencias, se hizo dueño de lujosas casas en barrios de elite en Montería como El Recreo, haciendas de renombre como Nuevo México y a una ganadería de lidia que lleva este mismo nombre.
Los lujos y poderío de Musa crecieron y se fortalecieron con la mermelada de Santos, el cual debió recurrir a estos corruptos para poder ganar la presidencia en segunda vuelta en 2014. Con todo esto, los Besaile habían salido del anonimato y eran reconocidos como uno de los clanes más poderosos para ese entonces, pues Musa fuel senador de partido de la U con mayor votación y decisivo para la reelección presidencial.
El turno de hacerse rico con el dinero del erario público era para Edwin Besaile, quien fue elegido gobernador de Córdoba, tiempo después sería destituido por la procuraduría por comprobarse su participación en el cartel de la hemofilia, el cual desangro y acabo con los recursos de la salud de este departamento. Reciénteme la corte suprema la abrió una nueva investigación por el cartel de la toga y otros presuntos actos de corrupción cometidos durante su administración.
La fama de los Besaile crecía, ostentaban en clubes y fiestas el poderío económico, que se cobijaba en una supuesta herencia familiar, pero que era en realidad con los recursos de la salud, educación y vías que se daban la gran vida, mientras los más débiles padecían.
La estantería de Musa se fue al piso y quedo al descubierto que su gruesa chequera, no era más que el resultado de sus actos de corrupción en casos como el escándalo de Odebrecht, desfalco a la gobernación de Córdoba y vínculos con paramilitares.
Todo este panorama vaticinaba, el fin de los Besaile, pero no fue así, pues Johny Besaile fue elegido senador en los anteriores comicios legislativos, demostrando con eso que la corrupción sigue reinando.
Los Besaile robando y el pueblo mamando …