Una niña de tan solo 15 años de edad presidió la vida en medio de los enfrentamientos que sostiene el Clan del Golfo, las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, disidencias de las FARC y ELN en Buenaventura.
Los hechos ocurrieron exactamente en el corregimiento del Bajo Calima de la ciudad anteriormente mencionada.
El padre, en medio de su dolor, tuvo que hablar con los asesinos de su hija para que le permitieran sacar el cuerpo de esa región y poder así darle cristiana sepultura. Luego, el hombre junto al resto de su familia tuvo que abandonar su casa.
«Valientemente habló con los victimarios para que la entregaran y que no iba a decir absolutamente nada. La enterraron y, posteriormente, hubo que activarle la ruta al padre y a su familia para que salieran de la ciudad porque le enviaron unas amenazas», expresó Edwin Patiño, personero de Buenaventura.
Según se conoció, en esta región, por lo menos 800 familias huyeron y se desplazaron, en su mayoría, hasta Cali.
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