La Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UPBD) reveló esta semana los hornos completos de lo que aparentemente era un antiguo trapiche para convertir la caña de azúcar en panela, y que luego utilizaron los paramilitares para desaparecer cuerpos de personas asesinadas en la vereda Juan Frío, en el departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela.
El hallazgo se produjo tras meses de excavaciones en el lugar, donde en mayo de 2023 la Cancillería colombiana hizo un acto de reconocimiento y no repetición. En esa ocasión, el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso pidió perdón por la violencia que cometió su grupo en la región.
Los hornos, que tienen una capacidad para cremar un cuerpo a la vez, fueron descubiertos en el área en la que, según testimonios de exparamilitares, los victimarios llevaban a las personas que habían secuestrado o asesinado para incinerarlas.
“Lo que estamos haciendo aquí es tratar un poco de reconstruir las áreas donde presumiblemente los cuerpos fueron dispuestos para ser sometidos a altas temperaturas y documentar la posibilidad de que aún puedan existir evidencia de ello”, explicó Marlon Ayrton Sánchez, antropólogo forense de la UBPD y líder de la comisión que organizó la visita.
La UBPD convocó a familiares de desaparecidos a una visita humanitaria a Juan Frío, donde pudieron conocer los hallazgos y participar en las excavaciones.
“Para nosotros es muy importante que las víctimas estén presentes en este proceso, porque son ellas las que nos están ayudando a reconstruir la historia de lo que pasó”, dijo Sánchez.
Los hornos de Juan Frío son un nuevo testimonio de la violencia que se vivió en Colombia durante el conflicto armado. El hallazgo de estos restos, que podrían contener los restos de cientos de víctimas, es un paso importante para la búsqueda de la verdad y la justicia.