Un terremoto de 7,8 en la escala de Richter sacudió este lunes a la madrugada Turquía y Siria, y dejó más de 2.000 muertos y 7.000 heridos entre ambos países. El temblor derrumbó edificios y hay cientos de personas atrapadas entre los escombros.
El epicentro del temblor principal, que duró unos 30 segundos en torno a las 4.17 hora local (10.17 hora de Argentina), fue la región de Kahramanmaras, a unos 600 kilómetros al sudeste de Ankara, a una profundidad de siete kilómetros, precisó la Presidencia de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), de Turquía.
El terremoto de magnitud 7,8 que azotó el sureste de Turquía y Siria a primera hora del lunes y derribó cientos de edificios provocó la muerte de más de 2.300 personas, unas 1.500 de ellas en suelo turco.
Se cree que aún quedan cientos de personas bajo los escombros, y la cifra de víctimas podría subir a la par de las tareas de rescate en las viviendas colapsadas en decenas de ciudades y pueblos.
El papa Francisco manifestó este lunes «su profunda tristeza» por el devastador terremoto en Turquía y Siria que ha dejado hasta ahora 1.500 muertos y miles de heridos.
«El papa Francisco manifestó su profunda tristeza al enterarse de la enorme pérdida de vidas causadas por el terremoto» en esos dos países, escribió en un telegrama de pésame, enviado a nombre del pontífice por el Secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin y divulgado por la oficina de prensa de la Santa Sede.
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