Este lunes 15 de mayo, la noticia del fallecimiento del feminicida de Erika Aponte Lugo, la mujer que fue asesinada por su expareja sentimental en el centro comercial Unicentro de Bogotá, conmocionó a la ciudad.
Christian Camilo Rincón Díaz, luego de dispararle dos veces en la cabeza a su excompañera sentimental, intentó acabar con su propia vida de la misma manera, pero no lo logró. Fue trasladado a la Fundación Santa Fe y allí permaneció con pronóstico reservado. Después de varias horas en el hospital, se confirmó su fallecimiento en la mañana de hoy.
El feminicida, de 27 años, aparece en los registros del Ejército como remiso, lo que significa que no se había presentado nunca para definir su situación militar. Además, de acuerdo con fuentes cercanas a la víctima, ella había denunciado a su expareja y había pedido protección a las autoridades hacía tres días, manifestando que la quería matar. También había solicitado una orden de alejamiento para Rincón, ya que tenía antecedentes por lesiones personales y constreñimiento ilegal.
Erika Aponte Lugo, de 26 años, trabajaba en una pizzería y recibió dos impactos de bala en la cabeza por parte de Rincón, según el primer informe forense. Los testigos del hecho indicaron que la pareja discutió durante varios minutos a las afueras del restaurante y que el hombre persiguió a Erika hasta otro local del centro comercial, donde sacó un arma de fuego y le disparó en dos ocasiones.
La violencia contra las mujeres sigue siendo un problema grave en Colombia y este caso es un ejemplo más de ello. Es importante que las autoridades actúen con rapidez y diligencia para prevenir y sancionar estos delitos y proteger a las víctimas. La sociedad también tiene un papel fundamental en denunciar y rechazar la violencia contra las mujeres y promover la igualdad de género en todos los ámbitos de la vida.
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