Juan Manuel García Solano fue el hombre que, al parecer bajo engaños, sacaron sus verdugos de San Pedro de Urabá, donde residía con su familia, para asesinarlo en un paraje de la vía que de su pueblo natal conduce a Valencia, en Córdoba.
La cantidad de tatuajes en su cuerpo fueron fundamentales para que a la familia le llegaran las pistas de que el hombre asesinado podría tratarse del miembro de la familia García Solano que estaba desaparecido y quien no contestaba su celular desde la tarde del jueves.
La madre de la víctima, al ver las fotografías del cadáver inspeccionado en zona rural de Valencia, confirmó que se trataba de la persona que ella buscaba.
A ciencias forenses llegaron quienes serían sus familiares y dijeron con documentos en mano que era Juan Manuel García Solano. Surtidos los requisitos de reclamación, el cuerpo sería trasladado a San Pedro de Urabá para sepultarlo en su pueblo natal.
Fuente: El Meridiano.
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